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viernes, 7 de mayo de 2021
sábado, 8 de junio de 2013
ACTO DE DESAGRAVIO AL INMACULADO
ACTO DE DESAGRAVIO AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

¡Oh, Inmaculado Corazón de María!, traspasado de Dolor por las injurias con que nosotros, pecadores, ultrajamos Tu Santísimo Nombre y Tus Excelsas Prerrogativas.
Aquí me tienes, indigno hijo Tuyo, postrado a Tus Pies, y agobiado por el peso de mis culpas, vengo arrepentido y con ánimo de reparar las injurias que, a modo de penetrantes flechas, dirige contra Ti el hombre insolente y malvado.
Deseo desagraviar con este acto de amor y entrega que hago delante de Tu Amantísimo Corazón, todas las blasfemias que se lanzan contra Tu Inmaculada Concepción, contra Tu Perpetua Virginidad o Tu Divina Maternidad; todas las ofensas que se Te infieren, debido al rechazo a Tus Apariciones y Mensajes o falta de honor a Tus Imágenes, y todas las ingratitudes con que los hombres corresponden a Tu Maternal Amor e Inagotable Misericordia.
Acepta, ¡oh, Corazón Inmaculado!, esta pequeña demostración de mi filial cariño, junto con el firme propósito que hago de serte fiel en adelante, de salir en defensa de Tu Santa Honra, cuando la vea ultrajada, y de propagar Tu Santo Culto y Tus Santas Glorias. Concédeme, ¡oh, Corazón Inmaculado de María!, que viva y crezca incesantemente en Tu Amor, hasta verle consumado en la Gloria. Amén.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
¡Oh, Inmaculado Coraziones Católicas"
BENDITA SEA TU PUREZABendita sea tu pureza
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea
en tan graciosa belleza.
A ti, celestial Princesa,
Virgen sagrada Maria,
te ofrezco desde este día
alma, vida y corazón.
Mírame con compasión,
no me dejes, Madre mía.
¡ OH ! María, sin pecado concebida,
rogad por nosotros que recurrimos a Vos.
¡Oh Señora y Madre mía! Yo me ofrezco del todo a Vos,
y en prueba de mi filial afecto
os consagro en este día mis ojos,
mis oídos, mi lengua, mi corazón;
en una palabra, todo mi ser.
Ya que soy todo vuestro,
¡oh Madre de bondad!,
guardadme y defendedme
como cosa y posesión vuestra. Amén.
y en prueba de mi filial afecto
os consagro en este día mis ojos,
mis oídos, mi lengua, mi corazón;
en una palabra, todo mi ser.
Ya que soy todo vuestro,
¡oh Madre de bondad!,
guardadme y defendedme
como cosa y posesión vuestra. Amén.
martes, 4 de junio de 2013
ORACIÓN AL SAGRADO CORAZÓN
DE JESÚS
PARA UNA GRAVE NECESIDAD

Oh Divino Jesús
que dijiste: «Pedid y recibiréis; buscad y encontraréis; llamad y se os abrirá;
porque todo el que pide recibe, y el que busca encuentra, y a quien llama se le
abre». Mírame postrado a tus plantas suplicándote me concedas una audiencia. Tus
palabras me infunden confianza, sobre todo ahora que necesito que me hagas un
favor:DE JESÚS PARA UNA GRAVE NECESIDAD
¿A quién he de pedir, sino a Ti, cuyo Corazón es un manantial inagotable de todas las gracias y dones? ¿Dónde he de buscar sino en el tesoro de tu corazón, que contiene todas las riquezas de la clemencia y generosidad divinas? ¿A dónde he de llamar sino a la puerta de ese Corazón Sagrado, a través del cual Dios viene a nosotros, y por medio del cual vamos a Dios?
A Ti acudimos, oh Corazón de Jesús, porque en Ti encontramos consuelo, cuando afligidos y perseguidos pedimos protección; cuando abrumados por el peso de nuestra cruz, buscamos ayuda; cuando la angustia, la enfermedad, la pobreza o el fracaso nos impulsan a buscar una fuerza superior a las fuerzas humanas.
Creo firmemente que puedes concederme la gracia que imploro, porque tu Misericordia no tiene límites y confío en que tu Corazón compasivo encontrará en mis miserias, en mis tribulaciones y en mis angustias, un motivo más para oír mi petición.
Quiero que mi corazón esté lleno de la confianza con que oró el centurión romano en favor de su criado; de la confianza con que oraron las hermanas de Lázaro, los leprosos, los ciegos, los paralíticos que se acercaban a Ti porque sabían que tus oídos y tu Corazón estaban siempre abiertos para oír y remediar sus males.
Sin embargo... dejo en tus manos mi petición, sabiendo que Tú sabes las cosas mejor que yo; y que, si no me concedes esta gracia que te pido, sí me darás en cambio otra que mucho necesita mi alma; y me concederás mirar las cosas, mi situación, mis problemas, mi vida entera, desde otro ángulo, con más espíritu de fe.
Cualquiera que sea tu decisión, nunca dejaré de amarte, adorarte y servirte, oh buen Jesús.
Acepta este acto mío de perfecta adoración y sumisión a lo que decrete tu Corazón misericordioso. Amén.
Padre Nuestro, Ave María, Gloria al Padre.
Sacratísimo Corazón de Jesús, en Vos confío. (3 veces).
NOVENA DE CONFIANZA AL SAGRADO CORAZÓN
Pedid y recibiréis; buscad y encontraréis; llamad y se os abrirá; porque todo el que pide recibe, y el que busca encuentra, y a quien llama se le abre». (Lc. 11, 9)
Oh Señor Jesús, a tu Sagrado Corazón yo confío esta intención... Solo mírame, entonces haz conmigo lo que tu Corazón indique. Deja que tu Sagrado Corazón decida...Yo confío en ti... Me abandono en tu Misericordia, Señor Jesús! Ella no me fallará. Sagrado Corazón de Jesús, en ti confío. Sagrado Corazón de Jesús, creo en tu amor por mi. Sagrado Corazón de Jesús, que venga tu Reino.
Oh Sagrado Corazón de Jesús, te he pedido por tantos favores, pero con ansias te imploro por esta petición. Tómala, ponla en tu abierto y roto corazón, y cuando el Padre Eterno la mire, cubierta por tu Preciosa Sangre, no podrá rehusarla. Ya no sera mas mi oración, sino la tuya, Oh Jesús.
Oh Sagrado Corazón de Jesús, pongo toda mi confianza en Ti. Nunca permitas que me confunda...
Amén
NOVENA AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
Oh, Jesús mío, que dijiste: "En verdad os digo, pedid y obtendréis, buscad y encontrareis, llama y os abrirán" -He ahí porque yo llamo, yo busco, yo pido la gracia: (mencione el favor que desea)
Padre Nuestro,
Ave María y Gloria.
Sagrado Corazón de Jesús, confío en Ti.
Oh, Jesús mío, que dijiste: "En verdad os dijo todo aquello que pidiereis en mi nombre a mi Padre, El os lo concederá" -He ahí porque al Eterno Padre, en Tu nombre, yo pido la gracia...
Padre Nuestro,
Ave María y Gloria.
Sagrado Corazón de Jesús, confío en Ti.
Oh, Jesús mío, que dijiste: "En verdad os digo, pasarán los cielos y la tierra, pero mis palabras jamas" -He ahí que basándome en la infalibilidad de tus santas palabras, yo pido la gracia...
Padre Nuestro,
Ave María y Gloria.
Sagrado Corazón de Jesús, confío en Ti.
Oh, Sagrado Corazón de Jesús, al cual es imposible no sentir compasión por los infelices, ten piedad de nosotros pobres pecadores y concédenos las gracias que pedimos por medio del inmaculado, Corazón de María, tu y nuestra tierna Madre.
San José, Padre Putativo del Sagrado Corazón de Jesús, ruega por nosotros.
Dios te salve...
ACORDAOS
Acordaos ¡oh sagrado Corazón de Jesús! de todo lo
que habéis hecho por salvar nuestras almas, y no las dejéis perecer. Acordaos
del eterno e inmenso amor que habéis tenido por ellas; no rechacéis estas almas
que vienen a Vos, agobiadas bajo el peso de sus miserias oprimidas bajo el de
tantos dolores. Conmoveos a la vista de nuestra debilidad, de los peligros que
nos rodean por todas partes, de los males que nos hacen suspirar y
gemir.Llenas de confianza y amor, venimos a vuestro Corazón, corno el corazón del mejor de los padres, del más tierno y más compasivo amigo. Recibidnos, ¡oh Corazón sagrado! en vuestra infinita ternura; hacednos sentir los efectos de vuestra compasión y de nuestro amor; sed nuestro apoyo, nuestro mediador cerca de vuestro Padre, y en nombre de vuestra preciosa sangre y de vuestros méritos, concedednos la fuerza en nuestras debilidades, consuelo en nuestras penas, y la gracia de amaros en el tiempo y de poseeros en la eternidad.
Corazón de Jesús, yo vengo a Vos porque sois mi único refugio, mi sola pero cierta esperanza; Vos sois el remedio de todos mis males, el alivio de todas mis miserias, la reparación de todas mis faltas, la seguridad de todas mis peticiones, la fuente infalible e inagotable para mi, y para todos la luz, fuerza, constancia, paz y bendición.
Estoy seguro que no os cansaréis de mí y que no cesaréis de amarme, protegerme y ayudarme, porque me amáis con un amor infinito.
Tened piedad de mi, según vuestra gran misericordia, y haced de mí, por mi, y en mí todo lo que queráis, porque yo me abandono a Vos con una entera confianza de que Vos no me abandonaréis jamás. Así sea.
ORACIÓN ANTE UNA IMAGEN
DEL SAGRADO CORAZÓN
Oh amantísimo Jesús, como expresión de mi gratitud
y en satisfacción de mis pecados yo, N…, os doy mi corazón. Me consagro
enteramente a Vos y me propongo nunca más ofenderos o despreciar vuestra santa
gracia.DEL SAGRADO CORAZÓN
1. Esta oración la recitaba diariamente por el beato Padre Pío por todos aquellos que le solicitaban que rezara por sus intenciones.
mi primera publicacion
El ayate de Juan Diego, donde se muestra la milagrosa imagen de la Madre de México, ha sido objeto de numerosos estudios pero, ¿qué opinan expertos en simbología y hasta oftalmólogos?
El lenguaje simbólico
El simbolismo es el arte de pensar en imágenes. Las antiguas culturas de México tenían a los símbolos como su lenguaje natural, siendo la forma más sencilla de expresar sus ideas, sus emociones, su cultura.
La aparición de un símbolo corresponde en primer término a la necesidad que tienen los hombres de comunicarse; al conocer los símbolos entendemos que surgieron del mundo que los rodeaba, del valor propio que cada grupo humano les fue dando, por lo que no se pueden desligar del contexto dentro del cual se interpretan.
Al ir avanzando la humanidad, también evolucionaron los lenguajes y comenzaron a aparecer las letras, cuyo significado fija las ideas y aproxima los sonidos que, al ser repetidos, empiezan a ser señales y más tarde frases melódicas es decir, cantos.
La aparición de un símbolo corresponde en primer término a la necesidad que tienen los hombres de comunicarse; al conocer los símbolos entendemos que surgieron del mundo que los rodeaba, del valor propio que cada grupo humano les fue dando, por lo que no se pueden desligar del contexto dentro del cual se interpretan.
Al ir avanzando la humanidad, también evolucionaron los lenguajes y comenzaron a aparecer las letras, cuyo significado fija las ideas y aproxima los sonidos que, al ser repetidos, empiezan a ser señales y más tarde frases melódicas es decir, cantos.
La simbología en la imagen de la Guadalupe
Los símbolos, la historia, algunos códices y la tradición oral –fielmente transmitida de padres a hijos y plena en valores trascendentales- hacen que la sagrada imagen de la Santísima Virgen María de Guadalupe constituya para el pueblo indígena un códice pictográfico que pudo ser leído y valorado desde el primer momento. Para los frailes cristianos fueron certezas religiosas lo que allí entendieron:
María se encuentra estampada en actitud de oración y recogimiento, lo que no se alejaba de las imágenes tradicionales por ellos conocidas; pero los religiosos comprobaron principalmente el impacto gozoso con que los naturales la acogieron. “Si para los españoles la aparición del Tepeyacac no era más que una de tantas, para los indígenas vino a ser una resurrección”.
La Virgen, desde el ayate, fue un libro abierto que analizaron, entendieron y compararon; sus símbolos les ayudaron a tender el lazo entre sus creencias y lo que la doctrina cristiana proponía. Con criterio histórico, el padre Mario Rojas ha estudiado a profundidad la pintura guadalupana y nos ayuda a situarnos en el contexto de aquel 1531 para tratar de comprender en todo su valor la imagen.
María se encuentra estampada en actitud de oración y recogimiento, lo que no se alejaba de las imágenes tradicionales por ellos conocidas; pero los religiosos comprobaron principalmente el impacto gozoso con que los naturales la acogieron. “Si para los españoles la aparición del Tepeyacac no era más que una de tantas, para los indígenas vino a ser una resurrección”.
La Virgen, desde el ayate, fue un libro abierto que analizaron, entendieron y compararon; sus símbolos les ayudaron a tender el lazo entre sus creencias y lo que la doctrina cristiana proponía. Con criterio histórico, el padre Mario Rojas ha estudiado a profundidad la pintura guadalupana y nos ayuda a situarnos en el contexto de aquel 1531 para tratar de comprender en todo su valor la imagen.
Colores sagrados, fechas y plenitudes
Los cuatro colores que aparecen en la imagen de la Señora correspondían a la tonalidad cósmica de los días de las apariciones: azul verdoso es el manto; blanco en los puños y cuello; rosado, en su vestidura; negro su cabello, también el del ángel y el cinto. “Si la Muchachita Celestial tenía todos eso colores, es la Reina del Cosmos”.
Asociemos igualmente cuatro elementos cósmicos en el ayate: fuego, sol; viento y agua, manto; tierra, en el vestido, y como adornos las flores cerro.
Al 9 de diciembre le correspondía el signo 11-Calli (casa) y Ella pidió a Juan Diego llevara al obispo Zumárraga la petición de edificar una casita sagrada; el signo casa se relacionaba con el cerebro. Al 10 le correspondía el 12-Cuetzpallin (lagartija) signo de la fecundidad, pues se asociaba con la matriz femenina. El 11 no hubo aparición. El día 12 de diciembre correspondía al 1-Miquiztli (muerte), el cráneo, relacionado con la muerte-vida, día del dios Piltzintecutli, el Dios Niño.
Plenitud de espacio, de tiempo, de vida, de matemáticas, de Dios-hombre, de vida-muerte. Simbolismo pleno en fechas y colores.
Las pinturas indígenas, que hoy en día podemos disfrutar tanto en los restos encontrados en sus monumentos como en sus utensilios, telas y manuscritos pictográficos, nos muestran materiales obtenidos de formas diversas, ya fueran vegetales, animales o minerales. El análisis de los pigmentos en el ayate de Juan Diego habla de materiales no conocidos.
Asociemos igualmente cuatro elementos cósmicos en el ayate: fuego, sol; viento y agua, manto; tierra, en el vestido, y como adornos las flores cerro.
Al 9 de diciembre le correspondía el signo 11-Calli (casa) y Ella pidió a Juan Diego llevara al obispo Zumárraga la petición de edificar una casita sagrada; el signo casa se relacionaba con el cerebro. Al 10 le correspondía el 12-Cuetzpallin (lagartija) signo de la fecundidad, pues se asociaba con la matriz femenina. El 11 no hubo aparición. El día 12 de diciembre correspondía al 1-Miquiztli (muerte), el cráneo, relacionado con la muerte-vida, día del dios Piltzintecutli, el Dios Niño.
Plenitud de espacio, de tiempo, de vida, de matemáticas, de Dios-hombre, de vida-muerte. Simbolismo pleno en fechas y colores.
Las pinturas indígenas, que hoy en día podemos disfrutar tanto en los restos encontrados en sus monumentos como en sus utensilios, telas y manuscritos pictográficos, nos muestran materiales obtenidos de formas diversas, ya fueran vegetales, animales o minerales. El análisis de los pigmentos en el ayate de Juan Diego habla de materiales no conocidos.
El ayate de Juan Diego
El tejido del ayate no debió significar nada para la mentalidad española de la época, pero poniéndonos los ojos indígenas, éste representaba un lenguaje maravilloso: era parte del vestido de una persona trabajadora; tiene una gran costura en el centro, uniendo dos tramos del tejido, porque estas piezas se elaboraban en telares de cintura, donde era necesario unir las tiras. Esta unión puede observarse hoy perfectamente, sin que moleste ni afecte la belleza de la doncella.
El ayate o tilma es símbolo del hombre mismo, de su virilidad, de su persona. La costura puede entenderse como la unión de dos pueblos diferentes.
María, por tanto, se estampó en la persona de Juan Diego, lo que lo dignificaba ante sus contemporáneos, concediéndole una especial predilección al quedarse Ella en su ser persona. Evoquemos la disponibilidad de Juan Diego de servirla al traer y llevar sus mensajes.
El maguey en el concepto indio era un recipiente cósmico: María de Guadalupe se estampó en el ayate, que es fibra de un maguey; la fibra del ixtle no tiene durabilidad y menos aún si las fibras se humedecen. Simbólicamente, al estar embarazada, la Virgen lleva en su seno al Dios del Universo, está sirviendo como recipiente y se atavía con el cielo y la tierra. Alusiones éstas al manto azul verdoso y a la túnica rosada.
“Su rostro es el de una jovencita apenas saliendo de la adolescencia, que no era de india ni de española, pero sí de una mestiza mexicana”. El color de su piel es ligeramente moreno, aceitunado. El manto azulado era del colorido de las altas esferas gobernantes. En la imagen lo vemos ligeramente ahuecado por el viento, lo que significa que estaba en movimiento. Arabescos floridos adornan al sencillo vestido rosado; observándolos con detenimiento se puede entender que representan a las personas poseedoras de un rostro y un corazón, pero a la vez son símbolos de flores, que están sonriendo.
El ayate o tilma es símbolo del hombre mismo, de su virilidad, de su persona. La costura puede entenderse como la unión de dos pueblos diferentes.
María, por tanto, se estampó en la persona de Juan Diego, lo que lo dignificaba ante sus contemporáneos, concediéndole una especial predilección al quedarse Ella en su ser persona. Evoquemos la disponibilidad de Juan Diego de servirla al traer y llevar sus mensajes.
El maguey en el concepto indio era un recipiente cósmico: María de Guadalupe se estampó en el ayate, que es fibra de un maguey; la fibra del ixtle no tiene durabilidad y menos aún si las fibras se humedecen. Simbólicamente, al estar embarazada, la Virgen lleva en su seno al Dios del Universo, está sirviendo como recipiente y se atavía con el cielo y la tierra. Alusiones éstas al manto azul verdoso y a la túnica rosada.
“Su rostro es el de una jovencita apenas saliendo de la adolescencia, que no era de india ni de española, pero sí de una mestiza mexicana”. El color de su piel es ligeramente moreno, aceitunado. El manto azulado era del colorido de las altas esferas gobernantes. En la imagen lo vemos ligeramente ahuecado por el viento, lo que significa que estaba en movimiento. Arabescos floridos adornan al sencillo vestido rosado; observándolos con detenimiento se puede entender que representan a las personas poseedoras de un rostro y un corazón, pero a la vez son símbolos de flores, que están sonriendo.
El ángel mensajero
A los pies de la Morenita un ángel asoma con dignidad; en la cultura hispana los angelitos revolotean en muchas imágenes, pero en nuestro lienzo mexicano se lee otra connotación muy indígena. Éste representa a un mensajero, orgulloso de llevar y mostrar a la Señora. Si supieron que Juan Diego fue ese personaje, entendieron, entonces, el símbolo del mensajero: tiene unas alas muy coloridas, que resultan ser de los colores cósmicos, o sea que él está bajo el total cobijo de su Niña; tiene su vestido del mismo color de la túnica de Ella, así como el broche que la pliega bajo la barbilla: hijo de la Señora del broche, en lectura indígena. Con una mano el mensajero junta la cola del manto azuloso, y con la otra, el pliegue del vestido rosado: Juan Diego juntó al cielo con la tierra al llevar el mensaje de Guadalupe al obispo.
El nombre de Guadalupe
¿Por qué en México llamamos a María de Nazareth, la madre de Jesús, con el nombre de Guadalupe? Porque Ella se autonombró Tlecuauhtlacopeu cuando acudió a sanar al tío enfermo de Juan Diego, llamado Juan Bernardino. El anciano dio testimonio de lo oído a Nuestra Señora, hablando su nativo náhuatl; los oyentes hispanos entendieron Guadalupe y así la seguimos llamando.
Podríamos continuar analizando otros elementos que nos acercan a la lectura de esa presencia determinante de María de Guadalupe en el ayate de Juan Diego, pero sugerimos a los interesados consultar la extensa bibliografía existente.
Podríamos continuar analizando otros elementos que nos acercan a la lectura de esa presencia determinante de María de Guadalupe en el ayate de Juan Diego, pero sugerimos a los interesados consultar la extensa bibliografía existente.
Sobre las pupilas de la Virgen de Guadalupe
En 1929, Alfonso Marcué, fotógrafo oficial de la antigua Basílica de Guadalupe, descubrió en una fotografía en blanco y negro lo que parecía ser la imagen de un hombre con barba reflejada en el ojo derecho de la Virgen; después de varias y minuciosas inspecciones a sus fotografías, decidió informar a las autoridades de la Basílica, quienes le indicaron guardar silencio sobre el descubrimiento.
Más de 20 años después, el 29 de mayo de 1951, el dibujante mexicano José Carlos Salinas Chávez, luego de examinar una fotografía del rostro de la Virgen, redescubrió el busto humano reflejado en el ojo derecho y luego también en el ojo izquierdo.
Desde entonces, varios especialistas han tenido la oportunidad de inspeccionar de cerca los ojos de la Virgen en la tilma, incluyendo más de 20 médicos oftalmólogos.
El primero fue el médico oftalmólogo mexicano Javier Torroella-Bueno, el 27 de marzo de 1956, quien en lo que constituye el primer reporte emitido por un médico sobre los ojos de la imagen, certifica la presencia del triple reflejo (efecto de Samson-Purkinje) característico de todo ojo humano normal vivo, y afirma que las imágenes resultantes se ubican exactamente donde deberían de estar según el citado efecto, además de que la distorsión de las mismas concuerda perfectamente con la curvatura de la córnea.
Ese mismo año, otro oftalmólogo, Rafael Torrija-Lavoignet, examinó los ojos de la imagen con ayuda de un oftalmoscopio y reportó la aparente figura humana en las córneas de ambos ojos, con la ubicación y distorsión propias de un ojo humano normal, notando además, una inexplicable apariencia “viva de lo ojos al ser examinador.
En fechas posteriores, varias otras inspecciones de los ojos han sido realizadas por médico especialistas y con mayores o menores detalles concuerdan en general con las dos primeras aquí expuestas.
Más de 20 años después, el 29 de mayo de 1951, el dibujante mexicano José Carlos Salinas Chávez, luego de examinar una fotografía del rostro de la Virgen, redescubrió el busto humano reflejado en el ojo derecho y luego también en el ojo izquierdo.
Desde entonces, varios especialistas han tenido la oportunidad de inspeccionar de cerca los ojos de la Virgen en la tilma, incluyendo más de 20 médicos oftalmólogos.
El primero fue el médico oftalmólogo mexicano Javier Torroella-Bueno, el 27 de marzo de 1956, quien en lo que constituye el primer reporte emitido por un médico sobre los ojos de la imagen, certifica la presencia del triple reflejo (efecto de Samson-Purkinje) característico de todo ojo humano normal vivo, y afirma que las imágenes resultantes se ubican exactamente donde deberían de estar según el citado efecto, además de que la distorsión de las mismas concuerda perfectamente con la curvatura de la córnea.
Ese mismo año, otro oftalmólogo, Rafael Torrija-Lavoignet, examinó los ojos de la imagen con ayuda de un oftalmoscopio y reportó la aparente figura humana en las córneas de ambos ojos, con la ubicación y distorsión propias de un ojo humano normal, notando además, una inexplicable apariencia “viva de lo ojos al ser examinador.
En fechas posteriores, varias otras inspecciones de los ojos han sido realizadas por médico especialistas y con mayores o menores detalles concuerdan en general con las dos primeras aquí expuestas.
Algunos datos extras sobre el ayate de Juan Diego
El ayate en el que se encuentra plasmada la imagen de la Virgen de Guadalupe está hecho de fibra de maguey, de la variedad conocida como Agave popolute; mide 1.78 cm de largo por 1.03 cm de ancho. Consta de dos piezas unidas por el centro de arriba abajo con un delgado hilo, sin que la unión atraviese el rostro de la Virgen, debido a que su cabeza está ligeramente inclinada.
La imagen es translúcida, no presenta ningún tipo de preparación previa. Se han hecho estudios sobre el ayate, sin encontrarle ningún colorante animal, vegetal o mineral.
Pese a los muchos años que estuvo expuesto a la veneración de sus fieles, a los embates del tiempo y al humo de las velas, la imagen se ha conservado de manea extraordinaria.
En el siglo XIX, al limpiar el marco de la imagen con ácido, éste se derramó sobre una esquina del ayate, pero sólo lo decoloró ligeramente.
La imagen es translúcida, no presenta ningún tipo de preparación previa. Se han hecho estudios sobre el ayate, sin encontrarle ningún colorante animal, vegetal o mineral.
Pese a los muchos años que estuvo expuesto a la veneración de sus fieles, a los embates del tiempo y al humo de las velas, la imagen se ha conservado de manea extraordinaria.
En el siglo XIX, al limpiar el marco de la imagen con ácido, éste se derramó sobre una esquina del ayate, pero sólo lo decoloró ligeramente.
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